martes, 18 de febrero de 2014

El chicle peninsular: de marquetas a tiras azucaradas


Edgar Joel Rangel G.*

Durante la segunda década del siglo XX, la extracción de la resina del chicle quedó monopolizada por firmas estadounidenses chicleras más importantes a nivel mundial. Las cuales aprovecharon la materia prima quintanarroense que se exportó al puerto de Nueva York, la transformaban en pequeñas tiras azucaradas y saborizadas. Finalmente, se comercializó la goma de mascar o chewing gum, de gran demanda durante la gran guerra por las fuerzas armadas de Estados Unidos y popularizada en Europa y el resto del mundo.

Durante las últimas décadas del siglo XIX, nuestro país se convirtió en un proveedor de materias primas y alimentos no elaborados para el mercado mundial, especializado en la exportación en algunos productos provenientes de ciertas regiones como el garbanzo del noroeste, el azúcar del altiplano, el café, el henequén, las maderas, extractos tintóreos, el caucho y el chicle del sureste. Por ende, el comercio exterior de la península yucateca se centró en la agro-exportación henequenera y en la explotación de gomas y resinas, éstas utilizadas como impermeabilizantes, goma arábiga y goma de mascar. Se destacó el chicozapote (Manilkara zapota), cuya resina denominada chicle, fue exportada principalmente a Estados Unidos. Este recurso forestal se encontró en los estados de Yucatán y Campeche, así como en el territorio de Quintana Roo ya para el siglo XX. Con ello se dio impulsó a las actividades extractivas y al establecimiento de negociaciones en la costa oriental de Yucatán. Lo que atrajo los intereses de la oligarquía porfiriana compuesta por los científicos, sus allegados y protegidos empresarios, que se aprovecharon del nuevo orden y progreso del país. Proceso imitado por los gobiernos revolucionarios hasta finales de la década de 1920.
 
Fuente: Menéndez, 1936; p. 157.
En la República mexicana, las negociaciones chicleras se remontan hacia fines de la década de 1870, pues la explotación chiclera para su exportación al mercado estadounidense comenzó en Tuxpan, Cazones, Tihuatlán y Coatzintla en Veracruz.[1] En el caso de la península de Yucatán, las primeras zonas de extracción de la resina fueron los Chenes, Champotón y El Carmen, en el estado de Campeche, cuya producción se embarcaba en los puertos de este estado. Igualmente, se extrajo la resina de Chiapas y Tenosique, Tabasco, la cual se embarcaba vía los puertos del Carmen y Campeche. Las exportaciones de chicle de la primera década del siglo XX, tenían como destino final los mercados de Estados Unidos y Canadá, centros manufactureros en los que las grandes compañías lo “acaparan” y procesaban para su venta en diversas formas y distintos mercados de consumo. Uno de los primeros empresarios yucatecos que incursionó en el negocio chiclero fue Felipe Ibarra Ortoll, quien realizó varios viajes a la zona de Tuxpan, Veracruz, para estudiar los procedimientos de extracción, preparación y empaquetado de la resina.[2] 
Felipe Ibarra O. Fuente: Diario de Yucatán, 1973.
A partir de este hecho, el sistema porfiriano de concesiones forestales comenzó a instrumentarse en la región, como parte de la estrategia del gobierno mexicano para lograr el control territorial y la erradicación de la tala y extracción fraudulenta de maderas y resinas. Recordemos que, la autonomía de los mayas santacruzanos y sus relaciones comerciales con los madereros-comerciantes ingleses provenientes de Honduras Británicas (Belice) fueron aspectos que caracterizaron la economía de la zona durante la segunda mitad del siglo XIX. Por ende, la riqueza forestal de la costa oriental fue repartida entre comerciantes y personajes afines al régimen porfiriano como se puede observar a continuación:

 Contratos de explotación forestal en la costa oriental de Yucatán-Territorio de Quintana Roo (1887-1910)
No.
Fecha
de firma
Contratista
Superficie
en kilómetros
Tipo de
Terreno
Entidad o zona
Lapso
(años)
Vencimiento
1
¿?-feb.-1887
Felipe Ibarra Ortoll
s/d
Baldío
Yucatán y Campeche
s/d

s/d
2
16-nov.-1887
Felipe Ibarra Ortoll
s/d
Baldío
Yucatán y Campeche
10
17-nov.-1897
3
22-oct.-1888
Felipe Ibarra Ortoll
s/d
Baldío
Costa oriental
1*
¿?-sep.-1892
4
19-nov.-1892
Manuel J. Sierra Méndez
s/d
Baldío
Costa oriental
1*
¿?-mar.-1898
5
¿?-oct.-1896
The Stamford Manufacturing Co.
s/d
Nacional
Costa oriental
10
¿?-sep.-1906
6
26-ago.-1897
The Stamford Manufacturing Co.
1 920.0
Nacional
Costa oriental
1**
31-dic.-1902
7
8-mar.-1898
Manuel J. Sierra Méndez
3 891.6
Nacional
Costa oriental
1**
31-dic.-1902
8
23-mar.-1898
Rafael Peón y Losa
s/d
Nacional
Costa oriental
1**
31-dic.-1902
9
28-mar.-1898
Olegario Molina y Cía.
s/d
Nacional
Costa oriental
1**
31-dic.-1902
10
21-may.-1898
The Stamford Manufacturing Co.
1 920.0
Nacional
Costa oriental
s/d
31-dic.-1902
11
14-jul.-1898
Faustino Martínez
7 000.0
Nacional
Costa oriental
1**
31-dic.-1902
12
24-oct.-1902
Rodolfo Reyes O.
1 722.2
Nacional
Costa oriental
10
31-oct.-1912
13
25-oct.-1902
John Edward Plummer
2 169.4
Nacional
Costa oriental
10
31-oct.-1912
14
2-may.-1903
Faustino Martínez
7 000.0
Nacional
Quintana Roo
10
15-may.-1914
15
 19-jun.-1903
O. Molina y Cía. Sucs.
3 280.0
Nacional
Quintana Roo
10
19-jun.-1913
16
11-ago.-1903
Alberto Terrazas C.
1 440.0
Nacional
Quintana Roo
10
11-ago.-1913
17
22-sep.-1903
Jacinto Marín Carrillo
4 442.3
Nacional
Quintana Roo
10
22-sep.-1913
18
28-dic.-1903
James D. Anderson & Goof-The C. C. Mengel & Bros. Co.
   705.0
Nacional
Quintana Roo
10
28-feb.-1913
19
 2-ene.-1904
Benjamín Barrios
6 310.0
Nacional
Quintana Roo
10
12-may.-1913
20
30-sep.-1904
Rafael Peón y L.
2 796.8
Nacional
Quintana Roo
10
10-feb.-1914
21
 7-ene.-1905
Rómulo Fernández
3 144.5
Nacional
Quintana Roo
10
7-ene.-1915
22
26-jul.-1905
The Stamford Manufacturing Co.
1 920.0
Nacional
Quintana Roo
10
28-ago.-1915
Total de terrenos concesionados
28,620.2

* La duración del contrato se acordó a un año pero con la posibilidad de efectuar la prórroga anualmente.
** La duración del contrato se acordó a un año, siendo renovado en el mes de enero de los años siguientes.
Fuente: Elaboración propia con datos de Diario Oficial de los Estados Unidos Mexicanos (1887-1910) y Memoria de Fomento (1892-1912).

Observamos entonces que, de los más de 50 000 km2 que poseyó en extensión la costa oriental de la península de Yucatán, casi 30 000 km2 fueron concesionados para que se realizasen actividades extractivas de recursos forestales. Asimismo, existieron más de 7 000 km2 que estuvieron en propiedad del comerciante español Faustino Martínez y posteriormente del Banco de Londres y México, S. A. entre los años de 1890 y 1934. Este proceso de repartición de la riqueza forestal provocó el característico enganche de mano de obra foránea que nutrió los hatos chicleros diseminados en los bosques de la península de Yucatán durante la temporada de extracción, entre los meses de julio a abril. Un solo contrato podía enganchar hasta 400 chicleros prácticos en la extracción y elaboración de la resina, una decena de arrieros, unos tres ojiteros (para complementar las actividades extractivas de los chicleros) y una cocinera por cada 100 hombres. En ese momento, los enganchadores ponían a su disposición los adelantos. En el mes de junio eran embarcados con rumbo al puerto de Progreso y de ahí eran trasladados a los distintos puntos donde los concesionarios y las compañías chicleras disponían de los terrenos autorizados. Una vez ubicados los chicleros en los puntos de concentración, como lo fue Puerto Morelos (hoy en el estado de Quintana Roo), recibían las herramientas, marquetas, mulas, enseres, alimentos y demás insumos para la extracción de la resina, proporcionados por las compañías chicleras, se diseminaban por la selva quintanarroense para establecer sus hatos con los elementos de la naturaleza.
 
Archivo personal. Puerto Morelos, Q. Roo (2013).
Al identificarse los árboles de chicozapote propios para la extracción de la resina, los chicleros adiestrados realizaban incisiones en forma de “V” en la corteza y colocaban en la parte baja del tronco un saco de lona llamado “chivo” en el que se depositó la sabia que escurría. Una vez que se obtenía la goma de los chicozapotes, los “chivos” llenos eran llevados a los campamentos para la cocción de la misma y la preparación del chicle. Las marquetas deberían contener no menos de dieciocho grados de humedad y el producto estar perfectamente limpio y sin mezcla con otras resinas (Ponce, 1990: 7-16). Con ello, esta materia prima era trasladada a través de los ferrocarriles portátiles o decauville tendidos para llegar a los puertos de embarque para su travesía al mercado neoyorkino principalmente. En el caso del chicle extraído de la porción norte de la costa oriental, era embarcado en Puerto Morelos, para ser exportado vía Cozumel. En el centro, los bosques de Santa Cruz de Bravo (hoy Felipe Carrillo Puerto), la región maya, fueron el origen de la resina para ser trasladada por el ferrocarril militar al puerto de Vigía Chico (en la bahía de la Ascensión) y su exportación se realizó en el puerto cozumeleño de San Miguel. En la zona sur, las marquetas se trasladaron por el río Hondo o por tierra para ser embarcadas en Payo Obispo (hoy Chetumal), Campeche y la ciudad-puerto de Belice.

Fuente: Aguirre, 1925.

En el siglo XX, la importancia del chicle para la economía regional y para el mercado mundial atrajo la participación de empresas chicleras estadounidenses en el Territorio de Quintana Roo, por lo que se presentó un proceso de traspaso de las autorizaciones brindadas por el sistema porfiriano de concesiones durante los años de 1910 a 1920, como se puede observar a continuación:

Traspaso de las concesiones forestales en el Territorio de Quintana Roo (1910-1920).
Concesionario
Año
Extensión (km²)
Duración
(años)
Nuevo concesionario
Vencimiento

Rafael Peón
1910
2 796.8
10
John E. Plummer
10-feb.-1920

O. Molina y Cía.
1910
3 280.0
10
John E. Plummer
10-feb.-1920

James Anderson & Goof
1903
    705.0
10
C.C. Mengel & Bros. Co.
28-feb.-1913

Alberto Terrazas
1903
1 440.0
10
The Mexican Chicle Mahogany Co.
28-feb.-1913

Rómulo Fernández
1904
3 144.5
10
The Mexican Explotation Co.
7-ene.-1915

Benjamín Barrios
1913
6 310.0
10
The Quintana Roo Development Co.
12-may.-1913

Compañía Colonizadora y Explotadora de la Costa Oriental de Yucatán
1914*
7 000.0
10
Banco de Londres y México, S. A.
15-may.-1914

* Faustino Martínez recibió la concesión el 2 de mayo de 1903. Este empresario vendió sus acciones y concesiones a la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán el 27 de julio de 1905. En ese año dicha compañía se convirtió en la Compañía Colonizadora y Explotadora de la Costa Oriental de Yucatán.
Fuente: Elaboración propia con información de la Memoria de Fomento (1911-1912).

Debemos destacar que, en el Territorio de Quintana Roo las empresas chicleras más representativas fueron las compañías de William Wrigley Jr., The Wrigley Import Co. y la de Thomas Adams, The American Chicle Company. Esta última, contó con dos subsidiaras, The Mexican Exploitation Chicle Company y The Chicle Development Company. Hubo otras compañías como la Desmond & Company, de Nueva York, Leaf Gum Company de Chicago y Herman Weber, entre otras. Éstas establecieron sus oficinas representativas en la ciudad de México y en las plazas en que llevaron a cabo la mayor captación del chicle como en la ciudad de Campeche, Campeche, Mérida y Progreso en Yucatán, así como en Cozumel y Payo Obispo en el Territorio quintanarroense.[3]
 
Fuente: La Revista de Yucatán, 1918.
Para el año fiscal de 1908-1909, en los bosques del Territorio de Quintana Roo se llevó  a cabo la extracción de 646,653 kilos de chicle, siendo los principales concesionarios (Memoria de Fomento, 1910;  vi):

Mexican Explotation Company                                                                    244,525 kg.
The C. C. Mengel & Brothers Company                                                       19,745 kg.
Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán, S.A.                   248,679 kg.
Rodolfo Reyes O.                                                                                         44,563 kg.
Jonh E. Plummer                                                                                           89,141 kg.

A manera de conclusión podemos señalar que la explotación comercial del chicle peninsular en la costa oriental se realizó a partir de la década de 1880 y se intensificó la exportación de esta resina un decenio después hasta finales de la década de 1940. Estos sesenta años en los que las marquetas fueron comercializadas en el mercado internacional. Principalmente los concesionarios y contratistas establecidos en la República mexicana las enviaron a Nueva York, donde las chicleras estadounidenses, en un proceso relativamente simple, les incorporaban endulzante y les daban forma de tiras azucaradas que fueron distribuidas y vendidas en el mercado de Estados Unidos. A partir de la primer Gran guerra se intensificó la exportación de la goma de marcar en Europa y otras regiones del mundo, proceso que continuó hasta el término de la segunda guerra mundial, donde los avances científicos propiciaron que la resina preparada del chico zapote fuera sustituida por gomas sintéticas.

Fuentes de consulta:
Careaga Viliesid, Lorena.
1990. Quintana Roo una historia compartida. México. Instituto de Investigaciones José María Luis Mora.
Diario Oficial de los Estados Unidos Mexicanos (1887-1910).
Memoria de Fomento (1911-1912).
1913. México. Secretaría de Fomento, Colonización e Industria.
Menéndez Reyes, Gabriel A.
1936. Quintana Roo. Albúm monográfico. México. Fomento Editorial del Gobierno del Estado de Quintana Roo.
Ponce Jiménez, Martha Patricia.
1990. La montaña chiclera. Campeche: vida cotidiana y trabajo (1900-1950). México. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
Suárez Molina, Víctor
1977. La evolución económica de Yucatán a través del siglo XIX. Mérida. Universidad de Yucatán. t. II
1973. "Mirador Histórico. Don Felipe Ibarra Ortoll". El Diario de Yucatán.




* Estudia el Doctorado en Historia (Promoción 2010-2014), en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Unidad Peninsular. Maestro en Ciencias Sociales aplicadas a los estudios Regionales por la Universidad de Quintana Roo (UQRoo). Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cultiva la línea de generación y aplicación del conocimiento de historia regional sobre políticas económicas, relaciones comerciales y cooperación en Centroamérica, Caribe y Norteamérica.
[1] Para el año fiscal de 1877-1878, la exportación de chicle fue de 67 toneladas. Una década más tarde, los niveles alcanzaron las mil cien toneladas. Sin embargo, en el periodo de 1885-1886, representaron un total de más de 422 toneladas, de las cuales se extrajeron más de 375 toneladas de Tuxpan, más de 44 toneladas de  Matamoros y más de dos toneladas de otros puertos de Tamaulipas (Suárez, 1973; 2, t. I. 1977; 28).
[2] Además, trasladó trabajadores chicleros tuxpeños para enseñar a los campesinos yucatecos y así dar inicio a la explotación comercial y exportación del chicle en la costa oriental de Yucatán (Suárez, 1973; 1-2, t. I.).
[3] Además del cubano Julio Martín, comenzaron a incursionar otros concesionarios, nacionales y extranjeros, como la compañía americana The Wrigley Import Company, por medio de su representante en Belice, Robert Sydney Turton, la Compañía Explotadora Mexicana del coronel Nevardo de la Torre, la de Joseph F. Rihani y la de Antonio Baduy en Peto (Careaga, 1990; 189. Ponce, 1990; 16). 

Colectivo Peninsular Historia y Cultura. Mérida, Yucatán. 18-feb.-2014.

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